En la era digital actual, el crecimiento exponencial de la tecnología ha traído consigo un aumento paralelo en las amenazas cibernéticas, siendo el phishing una de las más prevalentes y peligrosas.

Creo firmemente que la batalla contra los ciberdelincuentes comienza con la concientización. Foto: Archivo MDZ

Actualmente en América Latina se producen 7000 ciberataques de cualquier tipo por segundo, un dato alarmante. El phishing como método de engaño se ha sofisticado hasta el punto de convertirse en una de las principales herramientas de los ciberdelincuentes para perpetrar fraudes, robar identidades y comprometer la seguridad corporativa. Desde Whalemate, una empresa dedicada a la concientización en ciberseguridad, hemos observado cómo la falta de conocimiento y preparación sobre estas amenazas amplifica el riesgo y el impacto de los ataques en Latinoamérica.

El phishing, en su esencia, es un arte de engaño:

Imita comunicaciones de fuentes confiables para robar información sensible. Su evolución ha dado lugar a variantes específicas: desde el email phishing, que utiliza correos electrónicos fraudulentos, hasta métodos más personalizados como el spear phishing y el whaling, que apuntan a objetivos de alto valor con mensajes altamente personalizados. Los ciberdelincuentes también han adaptado sus tácticas al entorno digital moderno con el vishing y smishing, explotando las llamadas telefónicas y mensajes de texto como vectores de ataque. También las redes sociales o sitios no verídicos son otros de los vectores de ataque utilizados por los ciberdelincuentes.

Un ejemplo ilustrativo de la sofisticación del phishing es el ataque al Banco de Chile en 2018, donde los ciberdelincuentes utilizaron un malware de distracción para desviar la atención de su verdadero objetivo: realizar transacciones fraudulentas por 10 millones de dólares. Este caso subraya la necesidad de una vigilancia constante y de una educación robusta en seguridad informática. El foco debe estar puesto en la capa 8 y en la primera línea vulnerable que son las personas. El 90 por ciento de los incidentes en ciberseguridad comienza por el factor humano.

Creo firmemente que la batalla contra los ciberdelincuentes comienza con la concientización:

Es imperativo educar a individuos y organizaciones sobre cómo reconocer y responder ante intentos de phishing. Esto incluye la verificación de la autenticidad de los mensajes, el uso de soluciones de seguridad avanzadas y la implementación de políticas de seguridad estrictas. La situación en Latinoamérica es particularmente desafiante debido a la diversidad de su panorama digital y a las brechas existentes en la educación sobre ciberseguridad. Sin embargo, esta región también presenta una oportunidad única para liderar el camino hacia una cultura de seguridad digital más fuerte. Iniciativas como talleres, campañas de concientización y colaboración entre entidades privadas y públicas pueden marcar una diferencia significativa.

La lucha contra el phishing y los ciberdelincuentes en Latinoamérica no es solo una cuestión de implementar tecnología avanzada, sino también de fomentar una comprensión profunda de estas amenazas entre la población. Desde Whalemate, hacemos un llamado a unir fuerzas en la promoción de la educación en ciberseguridad como la piedra angular para construir un entorno digital más seguro para todos y todas. La lucha contra el phishing y los ciberdelincuentes en Latinoamérica requiere más que solo tecnología avanzada. Es fundamental promover la educación en ciberseguridad para que la población comprenda estas amenazas. En Whalemate, hacemos un llamado a unir fuerzas y poner la educación en ciberseguridad como prioridad, para construir un entorno digital más seguro para todos y todas.